Ratificó además que su país «no va a pelear una guerra contra Rusia en Ucrania» y se comprometió a «evitar» una «confrontación directa entre la OTAN y Rusia» porque provocaría la «tercera guerra mundial».
Sin embargo, fue tajante al sostener que «ya sabemos que la guerra de (Vladimir) Putin contra Ucrania nunca será una victoria».
Rusia «pagará un alto precio si usa armas químicas» en Ucrania, advirtió por otra parte el líder demócrata que se negó sin embargo a discutir con la prensa información que la inteligencia estadounidense tiene sobre estas cuestión.
Los estadounidenses sospechan que los rusos difunden «mentiras» para «acusar a otros de lo que planean hacer ellos mismos».
Occidente está preocupado por el posible uso de armas químicas por parte de Moscú tras la invasión de Ucrania lanzada el 24 de febrero.
Por su parte, Rusia acusa a Washington y Kiev de gestionar laboratorios destinados a producir armas biológicas en Ucrania, algo que ambas capitales niegan.